La trucha es uno de esos alimentos que, incorporados de manera regular a nuestra dieta, aporta numerosos beneficios a la salud, ya que además de deliciosa es muy fácil de preparar en recetas tanto frías como calientes.
Gracias a sus propiedades nutricionales, pertenece al grupo de “súper pescados” y estas son algunas de sus bondades:
1. Su alto contenido en ácidos grasos Omega 3 fortalecen el corazón y nos protege contra el deterioro cognitivo.
2. La concentración de vitamina B12 en la trucha, es beneficiosa para las funciones del sistema nervioso, corazón y cerebro. Además, participa en la síntesis de neurotransmisores y se necesita para la conversión de ácidos grasos en energía, y ayuda a mantener la reserva energética de los músculos a la vez que colabora para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
3. Su aporte de vitamina D estimula la absorción de calcio y fósforo por el organismo contribuyendo al adecuado desarrollo de huesos y dientes, a la vez que favorece el crecimiento celular y fortalece al sistema inmune ayudando a prevenir infecciones.
4. Por su aporte de vitamina B3 la trucha interviene en el proceso de transformación de energía a partir de hidratos de carbono, proteínas y grasas, y contribuye a relajar los vasos sanguíneos dotándoles de elasticidad, a estabilizar los niveles de glucosa y ácidos grasos en la sangre, y a reducir el colesterol secretado por el hígado.
5. La vitamina B6 de la trucha favorece la formación de glóbulos rojos, células sanguíneas y hormonas (alivia los síntomas de la menstruación y la menopausia, por ejemplo), interviene en la síntesis de carbohidratos, proteínas y grasas, y colabora en el mantenimiento de los sistemas nervioso e inmune en perfecto estado, participando indirectamente en la producción de anticuerpos.
6. El fósforo mejora el rendimiento intelectual y la memoria, mientras que el yodo favorece el funcionamiento de los tejidos nerviosos y musculares, así como el sistema circulatorio y el desarrollo de la glándula tiroidea.
7. Por su relevante aporte de proteínas, la trucha es idónea para el adecuado crecimiento y desarrollo del organismo, favoreciendo las funciones estructural, inmunológica y protectora-defensiva.
8. Por su contenido en selenio, la trucha refuerza la protección contra enfermedades cardiovasculares, a la vez que estimula el sistema inmunológico. Además, el carácter antioxidante de este componente y de la Vitamina E que también contiene este ‘súper pescado’, retarda el proceso de envejecimiento celular, a la vez que le confieren propiedades preventivas contra el cáncer.
9. La trucha destaca por su aporte de potasio, que junto con el sodio, se encarga de regular el balance ácido-base y la concentración de agua en sangre y tejidos.
10. El consumo de trucha aportará colesterol ‘bueno’ a nuestro organismo, necesario tanto en tejidos corporales -hígado, médula espinal, páncreas y cerebro- como en el plasma sanguíneo, siendo esencial para crear la membrana plasmática que regula la entrada y salida de sustancias a través de las células.
Ahí tienes todos los beneficios, ahora incorpórala a tu dieta de manera regular y verás que cumple su cometido como «súper pescado».