En la actualidad, las semillas son alimentos muy conocidos que han saltado a la fama con mucha facilidad. En particular la chía está siendo alabada quizá en demasía. Es considerada hoy como un verdadero producto mágico cuando, en realidad, no es tan beneficiosa, ni mucho menos milagrosa.
Si bien la semilla de chía constituye una buena fuente de fibra, proteínas vegetales y grasas buenas, así como también minerales y vitaminas que nuestro cuerpo necesita, este alimento no puede por sí sólo hacernos adelgazar, ni incrementar el tamaño de nuestros músculos o reducir el colesterol de nuestro cuerpo.
Tampoco tiene el poder de erradicar el cáncer de nuestro organismo o de eliminar la grasa que acumulamos en el mismo, pues como hemos dicho, su ingesta tiene beneficios, pero no hace milagros.
Por eso es importante saber que, si bien la gran cantidad de fibra que la chía tiene puede tener beneficios, también puede perjudicarnos si la consumimos en exceso, pues puede provocar desde malestares gastrointestinales, como inflamación y distensión abdominal, hasta una reducción en la absorción del calcio, hierro y otros minerales que nuestro cuerpo necesita. También debemos saber que, por ser una semilla pobre en agua, la chía concentra buenos nutrientes, pero también es concentrada en calorías, por lo que si consumimos 100 gramos de esta semilla estaremos sumando a la dieta aproximadamente 500 Kcal.
Otro factor a tener en cuenta es que la semilla de chía es una buena fuente de compuestos con función anticoagulante por naturaleza, por lo que se debe tener mucha precaución si se ingieren fármacos con igual efecto, pues se incrementaría el riesgo de sufrir sangrados o hemorrágias.
Por último, como todas las semillas que se digieren parcialmente, no son aconsejables en personas con diverticulosis, pues pueden producir inflamación en las zonas afectadas y conducir a un problema intestinal superior.
Es importante conocer la relación dosis-beneficios, pues no porque consumamos grandes cantidades de chía salvaremos nuestra salud y lograremos un perfecto estado corporal, recordemos que ningún alimento en exceso es bueno.
Aplica una vez más la regla general de que no hay alimentos buenos ni malos. sino que hay alimentos con propiedades sanas o no, y con ventajas y desventajas. La chía, como otras semillas, puede ser beneficiosa, pero no para consumir en grandes cantidades y mucho menos es milagrosa.
Todo alimento con buenas propiedades, consumido con moderación y en el marco de una dieta equilibrada puede beneficiarnos notablemente, pero si pretendemos adelgazar, ganar músculo o reducir el colesterol únicamente comiendo semillas de chía, estamos cayendo en un gran error. Siempre es necesario acercarnos con un especialista de la salud para que nos guíe según nuestra condición física.