Hay muchas modas y mitos alrededor, lo cierto es que la mala información abunda, y siempre aparecen dietas especiales, los suplementos alimenticios “milagro” y las comidas «mágicas» que prometen remedios rápidos y fáciles para perder peso, sin dejar de lado lo que se promueve en revistas, televisión e internet. Es importante considerar que no hay “rutas cortas” cuando se trata de lograr una óptima salud nutricional.
Me dí a la tarea de investigar y aquí algunos de los más comunes:
Mito: los carbohidratos engordan
La locura de las altas proteínas y bajos carbohidratos ha encendido la creencia de que los carbohidratos engordan. Sin embargo tu cuerpo depende de ellos como su fuente de energía primaria, proveyendo 4 calorías por gramo. Si omites los carbohidratos sentirás letargo y deficiencias nutricionales, señala la University of Michigan Health Systems. Pero, los tipos de carbohidratos que comes cuentan. Los altamente procesados y refinados, como la harina blanca, el azúcar granulada, las bebidas carbonadas, los postres dulces y los caramelos te dan pocas vitaminas y minerales, así que evítalos. Elige la mayoría de los carbohidratos de los granos enteros, frutas y verduras para maximizar la ingesta de vitaminas, minerales y fitonutrientes.
Moda: la dieta de la comida de bebé
Las dietas de moda se hacen populares cuando están endosadas por las celebridades; la de la comida de bebé es un ejemplo. Si bien la salud general no se verá comprometida por seguir estas dietas por un corto período, eventualmente, si continúas en ella, te llevará a sufrir deficiencias nutritivas porque los grupos de comidas enteros, como la leche y los productos lácteos, son omitidos.
Mito: «libre de grasas» significa «sin calorías»
Sólo porque la etiqueta de un producto de comida dice «sin grasas» no significa que no tiene calorías. Aunque puede contener menos grasas que su contraparte «regular», las comidas libres de grasas todavía contienen harina, azúcar u otros edulcorantes. Esto mejora el gusto del producto, pero le agrega calorías.
En resumen, es importante usar el sentido común. No hay comida que mágicamente haga perder peso. Si fuera así, la obesidad no existiría. Una dieta sana consiste de varios elementos nutritivos; si restringes tu dieta sólo a una comida o a un grupo de comidas dejas afuera importantes vitaminas y minerales. Desconfía de los productos caros que hacen promesas que no tienen evidencia científica sólida y acércate a un nutriólogo para que pueda hacerte un plan de alimentación según tus necesidades.